Cuando Sansone marca tras un contragolpe de libro, no me pregunten por qué, pero mi cabeza se puso a repasar las paradas decisivas que había realizado Ter Stegen esta temporada. O ando mal de memoria o es que no hay ninguna. Así de claro. Cierto es que en el gol conviene señalar más el repliegue despistado de Mascherano o la mala ejecución en el pase de Digne en el inicio de la jugada. Pero me queda la sensación, como me pasa en muchos goles esta temporada, que quizá Ter Stegen pudo hacer más. El alemán tiene una percha impresionante, desborda elegancia con el balón en los pies... pero, ¿y de parar? de eso mejor no hablamos.
Al final, se trata de eso. Un portero del Madrid o del Barcelona debe distinguirse por ser desequilibrante con sus acciones. Capaz de sacar un mano a mano o sacar una intervención milagrosa cuando todos esperan que sea gol. Sí, ya sé que en Múnich dejó paradas para el recuerdo.
Pero de eso hace ya demasiado tiempo. Y en el Barça no se puede vivir de una gran actuación. En liga ya son, por cierto, 17 goles encajados. Desde la 12-13 un portero del Barcelona no recibía tantos goles en Liga. Ter Stegen no da puntos, Bravo sí los daba. Pep, piénsatelo. ¿Y si hacemos un trueque? cuanto se echa de menos al chileno. Por cierto, yo era de los que defendía a principio de temporada en las charlas entre amigos que el Barça debía apostar por el alemán. Se me acabaron los argumentos.
Visto en: Marca
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